Casi un año… 365 días y muchísimos más latidos, vuelvo a ti como un niño consentido, con churretes en la cara… me preguntaras que ha pasado, muchas cosas…

Pero no quiero preguntas, no quiero respuestas, tan solo recíbeme con las manos abiertas y tal vez en la mirada algún reproche, como recibe un amigo en la entrada de su porche…

Y recuérdame lo que somos y lo que soy pues lo abre olvidado, pero acepta mi volver, mi volver a tu lado…

Caminemos por este camino que retomo y que encuentro como, sí la lluvia de su ausencia nunca hubiese llegado, como sí tan solo se hubiese quedado con lo ganado, y aprendido de lo perdido, caminemos, déjame volver a tu lado.

Déjame contarte palabras, préstame las que me faltan y entonces entiendas lo que ha pasado,  pero déjame contarte y a brazadas de entendimiento cruzar este lago salado y con mantas de sentimientos aguantar este frio helado, y cambiemos el rumbo y que la soledad sea soleado y que lo que ha pasado sea eso mismo… pasado.