O cuando las cosas son divertidas o cuando no son errores o cuando se quieren perder en la maraña de pensamientos extraños que entrañan los distintos pareceres cuando no quieren escapar o cuando el olvido es solo la revancha de un odio visceral y del todo humano.

Cuando los sentimientos son todo los que nos es propio, cuando los impulsos solo acrecientan la fe de que realmente somos animales, y que lo único que nos diferencia del resto es la idea.

Cuando el contacto es solo lo vano el tacto de lo superficial, lo perdido, lo erróneo,  la ausencia de la creencia del error, la pérdida de fe en la verdad. El llanto de una sociedad adolescente que patalea por lo que no puede tener que tan solo llora y se siente incomprendida, que desdeña lo que tiene hasta que envejecida de forma prematura vuelve a llorar la pérdida,  es esta acaso la verdadera cara de lo que vivimos, eso sería en el único caso de que la realidad exista de verdad y la verdad también.

O cuando todo son borrones de tinta y olor acre, o cuando ya no podemos creer en las palabras porque se vuelven banas, o cuando perdemos la fe en los otros porque no somos capaces de creer ni en nosotros mismos. Esta es la luz que ilumina a este siglo. Una luz oscura que más que iluminar emborrona, como la tinta en la que escribo estas palabras… palabras que al fin y al cabo ni puedo ni quiero creer.